El momento en el que me duela cada lado de la espalda, será cuando comiencen a salir mis tiernas alas dispuestas a ser útiles por mi y estar a mi servicio. El momento en el que las despliegue y sin pensarlo dos veces, eche a volar hacia lo alto del cielo. Y en cuanto divise con mis ojos ambar un lugar oscuro y extraño en el que poder reír, llorar y escribir estando sola, lo dejaré grabado con pluma en este diario.
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